Refactoring

Este cuento lo hice rápido y sin pensar. Ni siquiera lo revisé. No necesito explicar porqué lo hice, sólo hice catarsis de lo sucedido.

Refactoring

—¿Hoy es el día? —preguntó i_counter con serios rastros de miedo en su signature.

—Hace tiempo que lo vienen planificando, no hay duda que hoy lo van a hacer —respondió _isConnected totalmente en valor false, sin rastro alguno de optimismo.




—Nadie sabe lo que va a pasar, pero estoy seguro que todo va a seguir igual. Nos necesitan —añadí buscando levantar el ánimo. Los nervios se propagaban entre nosotros como un virus ruso replicándose en cada archivo.

—Yos soy static final —añadió K_EVENT_MESSAGE, —soy una constante, soy String, soy inmutable, estoy presente en la mayor parte del proyecto informando todo tipo de eventos que suceden durante el ciclo de vida; removerme y reemplazarme les va a costar mucho más caro que mantenerme. Sólo alguien sin cerebro podría pensar algo así.

Todos buscábamos razones lógicas para realzar nuestra paresencia en el proyecto, analizábamos el porqué estábamos aquí y cuál era nuestra responsabilidad. Pero había demasiados signos alrededor que indicaban que hoy era el día elegido para hacer el refactoring. Código nuevo deambulaba por el proyecto, con diferente signature pero que hacía exactamente lo mismo que nosotros. Código extraño, con costumbres diferentes, que cuando se cruzaba con nosotros en nuestro thread nos sonreía amablemente mientras hacía exactamente lo mismo que nosotros. Y con menos experiencia. La obviedad del cambio era inútilmente disimulada por sus sonrisas, que a medida que se acercaba la hora disminuía casi hasta desaparecer.

Wikipedia lo dice, todos lo sabemos, “el refactoring es la parte del mantenimiento del código que no arregla errores ni añade funcionalidad. El objetivo es cambiar su estructura y diseño y eliminar código muerto”. Amén.

Nos negamos a creer que somos código muerto.

—¿A qué hora está planeado? —preguntó nuevamente i_counter. Siempre contando cada minuto, era un experto en eso, cada vez que se necesitaba contar algo él era el indicado para hacerlo. Todos los threads del proyecto le pedían que contara algo, era el mejor.

—Sabes mejor que nosotros cuántos minutos quedan i_counter —le dije con la mayor tranquilidad que podía disimular—, relájate un poco, deberías mejor contar todas las cosas buenas que has vivido aquí, los amigos que has hecho, las veces que hemos reído hasta las lágrimas.

La decisión de relajarse fue unánime, y disfrutamos los últimos minutos previos al refactoring jugando al wolf. Las risas de mis amigos era una melodía que inundaba todos los threads. Incluso el main. Ya nada importaba.

Cuando llegó la hora todos los threads se detuvieron. Nada se movía, nadie calculaba. Cada uno de nosotros, cada variable, fue removida pacientemente. Yo y un par más tuvimos algo de suerte, no fuimos removidos, simplemente nos cambiaron de lugar. Un lugar lejano y sin amigos.

———————————————————————————————————

Desperté en medio de la noche confundido y con los ojos inundados en un mar de lágrimas que se negaban a salir.

—No soy una variable —dije con la mirada perdida.

—¿Cómo mi amor? —dijo mi esposa despertándose. Me abrazó y nuevamente se durmió. Su calor y su ternura me ablandaron asustando a mis lágrimas que huyeron robándose las últimas imágenes de mi sueños.

Me levanté a ver a mis hijas. Ambas dormían profundamente. Las arropé, las besé y me senté en una de sus sillitas ignorando el frío de la noche. Observaba sus dulces rostros esperando que me regalaran una sonrisa que me hiciera olvidar.

Extraño a mis amigos.


———————————————————————————————————

Apéndices

El 29 de Junio del 2012 la empresa en que trabajo cumplió con lo avisado. Seis meses antes avisó que algunas áreas de la empresa se moverían a India. Prometió bonos para transferir el conocimiento a los nuevos desarrolladores allá, pero no definió que iba a pasar realmente con la gente aquí. La incertidumbre fue muy grande durante esos meses, algunos no soportaron y renunciaron. Al final pasó lo esperado, la empresa despidió a casi 30 personas. Todo en regla, bonos pagados más indemnizaciones, con contador y abogado presente.

Es difícil describir lo que siente cada uno en ese momento. Por más anunciado que sea uno nunca quiere creerlo y el momento te toma desprevenido. Algunos cambiamos la indemnización por ir a trabajar al viejo continente, con la ilusión de crecer y conocer otras culturas.

Somos personas, y los afectos se refuerzan en cada día de trabajo. Espero que en el futuro podamos a volver a trabajar juntos, y que cada uno pueda superar el mal momento junto a sus seres queridos. 

Un abrazo a todos mis amigos con quienes trabajé todos estos años, han marcado para siempre horas y horas de mi vida.

Ñamñamñamñam... ;)